Esgrima en tiempos de COVID

Pandemia. Son tiempos difíciles, en los que con sinceridad deseamos que esta situación no haya pasado de ser una molestia para vosotros y vuestros familiares, con la mejor salud posible.

Ha habido grandes tragedias, de la mayor importancia, por supuesto, pero en este artículo procuraré enfocarme en aspectos relativos a la Esgrima Histórica y su práctica; mirando hacia delante.

Salimos de un confinamiento, un inevitable parón de la actividad, las clases, la práctica… un periodo en el que hemos debido recurrir a videos y teleconferencias para mantener el contacto entre nosotros y tratar de calmar ese cosquilleo en las manos que echaban de menos empuñar la Espada. Y, tras el parón y las fases de desescalada, nos encontramos en esta situación que denominan “nueva normalidad”, necesariamente llena de normas y cuidados, que condiciona por completo lo que podemos o no hacer.

Cartel informativo de Normas de la Sala de Armas Carranza.

Lo primero que nos ha tocado a quienes gestionamos salas, escuelas o grupos de práctica, es estar bien atentos a las publicaciones de los boletines oficiales, primero del estado y luego de nuestras Comunidades, cuando quedó en su competencia la normativa a aplicar. En concreto en Madrid, donde tenemos nuestra Sala de Armas carranza, no sólo encontramos limitaciones de aforo, obligatoriedad de mascarillas, puntos de limpieza, gestión de espacios, etc.; sino esta mención explícita: “las actividades de contacto (boxeo, artes marciales…) se programarán evitando los ejercicios que conlleven contacto hasta su completa normalización en función de las indicaciones de las autoridades sanitarias competentes”.

Con esto, no nos queda lugar a dudas: toca evitar maniobras de juego cercano (movimientos de conclusión, ringen am schwert, gioco stretto…) y, por tanto, el asalto libre, que es una de las herramientas más potentes de nuestra práctica, pero da lugar a un mayor caos en el combate y abre la posibilidad a que los tiradores lleguen al contacto.

La pregunta entonces es ¿qué hacer? ¿cómo volvemos a retomar la espada y desoxidarnos?

Planteamos aquí algunas alternativas, con las que nosotros hemos estructurado nuestras clases:

Desplazamientos. Siempre decimos que la esgrima depende tanto o más del trabajo de piernas como de lo que hagamos arriba meneando la espada. Es el momento de reforzar esto y pulir nuestras habilidades de baile.

Y con esto no me refiero únicamente al juego de pies, junto con los compases que damos hay una gran variedad de aspectos de control corporal que podemos practicar para reforzar la coordinación de pies, cadera, hombros y espada. Los ejercicios enfocados en esta mecánica nos ayudarán a tomar consciencia de qué hacemos con cada parte del cuerpo y en qué tiempos la ponemos en acción, optimizando con todo ello nuestra Esgrima.

Manejo individual de la Espada. Los cambios de agarre, el juego de palancas, la participación de hombros y cadera en el movimiento del arma, el acomodarse a la inercia de la Espada para aprovecharla en nuestro beneficio… son ejemplos de esos pequeños detalles que marcan grandes diferencias cuando la velocidad aumenta, el tiempo para maniobrar se reduce y el inevitable cansancio aparece.

Ataques a blancos inanimados. Por supuesto, dentro de la práctica individual, podemos contar con la opción de entrenar nuestras estocadas y cuchilladas contra blancos de práctica que no requieran la proximidad de un compañero. En nuestra sala hemos optado por disponer plastrones para recibir las puntas y sacos para los cortes, pero hay una amplia variedad de alternativas que se pueden buscar.

Estocadas a blancos estáticos.

Ejercicios técnicos de ejecución. Frente a otras Artes Marciales o deportes de combate de mano vacía, donde la práctica requiere inevitablemente proximidad y contacto, la Esgrima Histórica cuenta con la inmensa ventaja de la distancia interpersonal que otorga el manejo de la Espada.

El Medio de Proporción es uno de los pilares de la Verdadera Destreza para la estructuración espacial de la confrontación y es también la posición relativa entre los contendientes desde la que se desarrollan la mayoría de las acciones con interacción entre las hojas. Cuando dos Diestros se encuentran afirmados en el Medio de Proporción, próximos al Ángulo Recto, los brazos armados de ambos están extendidos y separados por toda la longitud de una hoja de espada, lo que supone una distancia que alcanza e incluso supera los 2 m (Rada, que concreta más estas distancias, nos indica que el brazo tiene una longitud de dos pies y la espada de cuatro, lo que situaría las cabezas de los diestros a un total de ocho pies una de la otra).

Diestros en el Medio de Proporción. Rada.

Similares conceptos a los Medios de la Destreza encontramos en otros sistemas y tratados anteriores, en los que, con las variaciones necesarias que implica el cambio de arma, se tienen distancias de referencia que permiten practicar mucho juego en agregación de hojas.

Juegos de control de hoja. I.33.

E incluso, llegados a practicar ejercicios en que se busque el tocado, en la Espada Larga y la Ropera, armas básicas de nuestra escuela, encontramos que la estructura corporal ofrece extensión de los brazos y longitud de hoja, cumpliendo con la distancia interpersonal de referencia de la normativa de 1,5 m.

Distancia de estocada con Espada Ropera.

En definitiva, gracias a esto, contamos con la posibilidad de abrir mucho el abanico de acciones y ejercicios con los que retomar la práctica.

La situación ha impuesto dificultades, pero valorando las posibilidades de práctica para mantener nuestro nivel e incluso mejorar puliendo detalles, entiendo que podemos considerarnos afortunados en nuestro Arte Marcial.

Mantengamos la seguridad ¡Y brindemos con las Espadas!

 

Ignacio S.J.