Son muchas las espadas legendarias que todavía hoy en día permanecen en el imaginario general occidental, siendo quizás la más famosa de todas ellas Escálibur, la espada del Rey Arturo.
Sin embargo si a tradiciones religiosas nos atenemos, para el mundo cristiano, la más sagrada de todas las espadas es la conocida como La Malice, puesto que ocupa el lugar de honor de haber sido la primera espada que defendió a Cristo.
En varios de los evangelios se relata que durante el prendimiento de Jesús, cuando estaba rezando en el huerto de Getsemaní, uno de sus discípulos (el Evangelio de Juan especifica que fue Pedro) sacó una espada e, intentando defender a Cristo, cortó una oreja a Malco, criado del sacerdote Caifás.
Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al criado del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Este criado se llamaba Malco.
Juan 18:10
No es la primera vez que se menciona en el Evangelio que los discípulos de Jesús llevaban espada, pues en la narración de la Pasión de Lucas, al final de la Última Cena, se dice:
Y añadió: «Ahora, el que tenga bolsa que la tome, y lo mismo la alforja; y el que no tenga, venda su manto y compre una espada. Pues os digo que debe cumplirse en mí lo que está escrito: Y fue contado entre los delincuentes. Porque se acerca el cumplimiento de todo lo que se refiere a mí. Ellos le dijeron: «Señor, aquí hay dos espadas». Les respondió: «Es bastante».
Lucas, 22: 36-38
Volviendo a La Malice, puede decirse que es probablemente una de las más desconocidas reliquias cristianas que existen. Ha sido ingente la literatura sobre el Grial, así como sobre otras muchas reliquias relacionadas con la vida de Jesús, pero parece que la más importante espada de la cristiandad ha pasado bastante desapercibida.
La reliquia se custodia actualmente en la catedral de Poznań (Polonia) y la tradición dice que la espada llegó allí en 968 como un regalo de Juan XIII para el Obispo Jordan (primer obispo de Polonia) o el Duque Mieszko I.
Sea como fuere, la espada está formada por una sola pieza de hierro con una pequeña guarda cruzada, con una longitud total de 70,2 cm, aunque parece haber perdido parte de la punta a causa de la corrosión. La anchura máxima de la hoja es de 9,4 cm.
Los expertos no parecen ponerse de acuerdo en cuanto a su autenticidad. Durante muchos años se pensó que se trataba de una copia o imitación hecha hacia el siglo X y esa misma teoría siguen sustentando muchos científicos hoy en día, mientras que otros estudios sugieren que el arma podría ser de factura romana.
Desde el siglo XVIII la espada ya no se exhibe más que en contadas ocasiones, pero si tenéis la oportunidad de pasar por Poznań en una de esas escasas ocasiones en que se permite al público ver la reliquia, no dejéis de contemplar la espada más sagrada de la cristiandad.
https://elretohistorico.com/espada-san-pedro-getsemani/
https://en.wikipedia.org/wiki/Sword_of_Saint_Peter
J. Antonio P.
Eva B.