Semblanza de Jerónimo Sánchez de Carranza

Jerónimo Sánchez de Carranza nació en Sevilla hacia 1539 y estuvo desde muy joven vinculado a la casa de los duques de Béjar. De los documentos que de él se conservan se desprende que cursó estudios en Sevilla (estudiando leyes en la Universidad de Osuna) para completarlos finalmente en Salamanca. Hombre culto y académicamente bien instruido, formó parte  de los círculos intelectuales de su ciudad natal y se atribuye a sí mismo la autoría de doce obras de las cuales, hoy día, solo se conocen algunas.

Según los trabajos de ciertos historiadores la vinculación de Jerónimo Sánchez de Carranza con los duques de Medina Sidonia data de 1560, aunque de lo que se tiene verdadera constancia es que ya estaba sirviendo a esta Casa en Sanlúcar en 1569. Durante el periodo de tiempo que vivió en esa ciudad mantuvo relaciones con Catalina Pérez de Aguilar con la que tuvo cuatro hijos (dos, según algunas fuentes) pese a no contraer matrimonio con ella.

A criterio de los autores que han trabajado sobre la figura de Carranza, sus funciones en la casa ducal no debieron de ser simplemente como maestro de armas, sino que también debieron de encomendársele funciones más amplias relacionadas con la cultura. En cualquier caso, sería estando en Sanlúcar de Barrameda cuando compusiera, según él mismo dejó escrito, su principal obra sobre la Verdadera Destreza, la cual es considerada por todos como el origen de esta disciplina. De la Filosofía de las Armas y de su Destreza y de la Agresión y Defensión Cristiana fue impresa en su casa de Sanlúcar en 1582, aunque la obra llevaba terminada desde 1569.

Si bien Carranza no participó en la Guerra de las Alpujarras, uno de los conflictos más significativos de su tiempo, sí que se destacó en la campaña del Algarve, liderada por el duque de Medina Sidonia para pacificar la región en el contexto de la incorporación de Portugal a España producida por la crisis dinástica en aquel país. A Carranza, la participación en esta campaña le reportó dos beneficios: la concesión del cargo de comendador del Hábito de Cristo, orden militar de origen portugués, en 1582 y años más tarde, el título de gobernador y capitán general de la provincia de Honduras.

Tras pasar varios años en la Corte, Felipe II nombra a Carranza en 1589, como recompensa por su actuación en la campaña del Algarve, gobernador y capitán general de la provincia de Honduras, cargo que ocuparía durante seis años. Como gobernador y capitán general, las atribuciones de Carranza consistían en implantar en aquel territorio la autoridad de la Corona, representando en la provincia de Honduras al Virrey de Nueva España, del cual dependía administrativamente, y judicialmente de la Audiencia de Guatemala. Los años durante los que ejerció estos cargos, Carranza hubo de enfrentarse con la intromisión del obispo de la Diócesis de Comayagua, así como con los representantes de los cabildos municipales que aprovechaban su situación privilegiada para lucrarse a costa del Erario Público. La documentación conservada en el Archivo General de Indias ofrece mucha información sobre la figura de Carranza como militar y funcionario al mando de la administración de la provincia de Honduras en cuestiones hacendísticas, de organización del territorio y de lucha contra la piratería (principalmente del ataque a Puerto Caballo en 1595) y da amplia cuenta igualmente sobre los desencuentros con el tesorero Gregorio de Santiago y con el obispo de Comayagua, Gaspar de Andrada, motivados por las corruptelas del primero y los excesos de segundo.

Acabado su periodo de gobernador en Honduras y con su salud quebrantada por diversas heridas y agotado por las convulsiones de su gobierno, se trasladó a Guatemala donde fue nombrado para el cargo de Justicia  del cabildo de Santiago de Guatemala.

Jerónimo Sánchez de Carranza debió de morir, sin volver a España, entre 1606, fecha en que su hijo Gil testó a su favor, y 1610 en que la madre de éste reclamó la herencia de su hijo por estar muerto el comendador.

La figura de Carranza fue excepcional y tal vez no pueda considerarse como un verdadero ejemplo del hombre de su época y su condición. Hidalgo intelectual y culto, autor de varias obras, versado en el manejo de las armas, al servicio de dos casas nobles de importancia extrema en la época como fueron la de Béjar y Medina Sidonia, militar implicado en varias campañas trascendentales de su época, como fue la de Portugal y la lucha contra la piratería, y funcionario valiente y riguroso es el ejemplo de un hombre con una vida rica en experiencias variadas. No obstante, pese a lo importante de su figura en amplios aspectos, es su faceta como teórico de la esgrima y como creador de la Verdadera Destreza Española lo que nos ha hecho acogernos bajo su nombre en esta sala. Como el propio Carranza dijo: El mejor maestro es el ingenio, el juyzio, la buena diligencia y habilidad de cada uno y aunque me falte todo esto acompáñame un desseo de saber.

 

J. Antonio Pasamontes

Eva Bernal

 

 

BIBLIOGRAFÍA

HERMOSO RIVERO, J. M. “Jerónimo Sánchez de Carranza (¿1539-1608?), creador de la Verdadera Destreza y gobernador de Honduras” en Cartare. Boletín de Estudios de la Costa Noroeste de Cádiz, nº.5, año 2015, págs.: 65-98

SAUCEDO MORALES, F. Jerónimo de Carranza y la escuela española de esgrima. Tesis doctoral. INEF. UPM. Madrid. 1997